Categorías
reflexiones

NO PUEDO Y, ADEMÁS, NO QUIERO

No puedo y, además, no quiero… olvidar.
Son muchos y buenos recuerdos, y algunos malos.
Son quince años de dedicación exclusiva a viajar y a cantar, mayormente en bares pero ha habido de todo, que han dejado una estela infinita de momentos y vivencias que no puedo y, además, no quiero olvidar.
Todo ese poso es lo que hace de mí lo que soy.

– No puedo y, además, no quiero olvidar a tanta gente maja que he conocido.
– No puedo y, además, no quiero olvidar cientos de remotos rincones «insignificantes» en las orillas de las carreteras, en los que he parado a mear, a comer, a llorar, a dormir, a vomitar, a jugar con los perrillos, a revisar los mapas… a pensar y respirar el amanecer con los ojos cansados, el cuerpo agotado y la garganta arenosa al tragar.
– No puedo y, además, no quiero olvidar cada cena y cada comida en cada restaurante, cada bar, cada casa, peña, huerto, bodega, jardín, terraza, chiringuito, camping, montaña, de cada pueblo y cada ciudad de cada región.
– No puedo y, además, no quiero olvidar cada concierto, con sus grandes momentos y algunos duros pasajes. Cada afonía, cada tendinitis, cada chiste, cada escenario, cada público, cada brindis, cada trago, cada risa, cada canción, cada insulto, cada halago, cada dolor y cada alegría.
– No puedo y, además, no quiero olvidar los kilómetros y viajes que ha hecho tanta gente, parejas, cuadrillas, personas, para verme tocar en ocasiones lejos, muy lejos de sus casas. La alegría de esas sorpresas, y la responsabilidad que supone.
– No puedo y, además, no quiero olvidar a las familias, las casas y las costumbres de aquellos que me han cogido de la mano y me han permitido entrar en sus vidas. Todas tan diferentes y todas tan imprescindibles. Eso es lo más.
– No puedo y, además, no quiero olvidar cada canción en cada momento especial, cada dedicatoria, cada lágrima mezclada con el sudor, cada ira contenida en algún golpe de guitarra, cada mirada vidriosa leyendo mi alma en mitad de un tema. Cada desnudo del alma que muy pocas personas llegan a ver entre mis emociones.
– No puedo y, además, no quiero olvidar lo fuerte que soy, y lo importante e insignificante que es eso, todo al mismo tiempo. Todo y nada. La fuerza es fragilidad.
– No puedo y, además, no quiero olvidar que me gusta viajar, reír, luchar, emocionarme, emocionar, comer, beber, descansar, agotarme, jugar, trabajar…
– No puedo y, además, no quiero olvidar que adoro cantar, montar el equipo, recogerlo cansado… la cerveza de después de un concierto, descubrir un local nuevo, que me descubra nuevo público, volver a los sitios de siempre…
– No puedo y, además, no quiero olvidar que amo empapar la camisa, amo el trago helado de wisky con agua que apacigua mis tórridas cuerdas vocales después de cada canción.., amo saber que tengo bolo el fin de semana.
– No puedo y, además, no quiero olvidar a los amigos. Aquellos con los que no cambia la relación pase el tiempo que pase. Sin explicaciones.
– No puedo y, además, no quiero olvidar a los contados casos de personas (y empresas) que me han engañado o estafado, o que lo han intentado. Ni condeno ni indulto.
– No puedo y, además, no quiero olvidar el trabajo que me ha costado estar donde estoy.
– No puedo y, además, no quiero olvidar que, sin duda, ha valido la pena.
– No puedo y, además, no quiero olvidar que mi hueco es pequeño, pero es mío.

– No puedo y, además, no quiero olvidar cada curva, cada foco, cada vaso, cada peaje, cada playa, cada camerino, cada atardecer, cada calle, cada sueño, cada estremecimiento, cada sonrisa, cada orilla, cada brindis, cada aroma, cada abrazo, cada lluvia, cada acorde, cada avería, cada beso, cada letra… Cada cosa y cada instante.

NO PUEDO Y, ADEMÁS, NO QUIERO OLVIDAR… ESTOS 15 AÑOS…
Pero, sinceramente, en lo que estoy pensando es en los que vienen.
Ya sabéis, siempre como un niño por un tobogán.

No puedo y, además, no quiero olvidar a mi TXIKI (03/08/1999-26/05/2014). Jamás.
txiki

Pablo Líquido

Deja una respuesta