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VÍSTEME DESPACIO

…que tengo prisa.
Cuánto hay que vivir para aprender cosas tan simples como que darte prisa es, muchas veces, perder el tiempo. Que las cosas necesitan su tiempo, y o se lo das o se lo cogen.

Han transcurrido ya dos densos meses desde mi última entrada en esta web y, aunque no he dado señales de vida más allá de los conciertos (casi todos privados), creedme si os digo que han sido realmente extenuantes.

Como ya os comenté en mi último artículo tengo entre manos un importante nuevo proyecto al margen de Pablo Líquido, que gira entorno a un disco. Tengo tanta fe en este disco y en estas canciones que, sobre la marcha, he decidido renovar y profesionalizar más mi estudio. Ese empeño me ha absorbido y absorberá física y mentalmente (y económicamente) durante una buena temporada.
Habida cuenta que las últimas canciones que añadí a mi repertorio eléctrico, que al final es como grabarlas para un disco, las grabé durante los sanfermines 2016 (hace casi un año), he optado por aprender a utilizar, ajustar y optimizar mis nuevos sistemas y material del estudio preparando un puñado de nuevas canciones para mis directos.
Todo eso está ya hecho, el estudio, las canciones… y la mayor parte han quedado estrenadas este último fin de semana.
Aquí una pequeña muestra de una de ellas, «The show must go on» recién salida del horno. Obviamente irá mejorando, esto es el estreno:

Entre medias he tenido algunas penurias con mi voz, fruto de los excesos (de entrega, no de otra cosa) y del agotamiento. Porque una cosa es poder cantar más de cuatro horas y otra cosa es cómo estoy los días siguientes. Y cuando el día siguiente vuelvo a cantar más de cuatro horas otra vez lo que puede ocurrir es lo que ocurrió, que al margen de mis fatigas corporales acabé arrastrando una infección de garganta que me hizo sufrir y no rendir en algunos conciertos posteriores. Una etapa dura con antiinflamatorios y antibióticos, y sin poder cantar ni un ratico, sólo en los conciertos.

Fue el fin de semana del 22 y 23 de abril, en Jaca y en Loarre, cuando en menos de 24 horas canté, toqué, salté y brindé casi 9, más las correspondientes horas de montar desmontar (otras 8), las de conducir, más las risas y la pequeña juerga con la satisfacción del deber cumplido. Al final fundido.
Fue un fin de semana genial, unos conciertos de los de disfrutar a fondo, y todo eso, parece ser, tenía un peaje que pagué luego durante un mes.

No sé cómo hacerlo para tocar menos rato. Y por si fuera poco ahora he añadido al repertorio 5 canciones de esas que hay que tocar sí o sí. Es decir, he acrecentado el problema que ya tenía. Voy a peor.

Entre tanto doy por terminada la temporada invierno-primavera, como si de una empresa de modas se tratara, porque ya los próximos conciertos son en la playa y ya arranca el verano y me va a pillar allí.

Quiero dar las gracias a los privados de Jaca, Burgos, Navaluenga, Lérida y Marcilla de estos últimos dos meses (y por adelantado al de Cambrils), porque los conciertos privados son algo especial. Son una apuesta personal de alguien para algún evento o día íntimo e importante, y que cuenten conmigo para ocasiones tan señaladas para mí supone un orgullo y una responsabilidad. Gracias!

Quiero también destacar el concierto de Loarre, en O,Caminero. Syra y Alex se lanzaron a la aventura cuando cogieron las riendas para mantener en marcha ese maravilloso restaurante localizado en tan único lugar (soy fan del Castillo de Loarre desde que lei El Castillo), y ver que han pasado ya tres años y que pueden celebrarlo con alegría y amigos es algo que me llena el alma. Al margen del fiestón que nos montamos que fue de órdago.
Y para muestra un botón:
Con la poca energía que me quedaba, y un melocotón considerable, aún quemamos un par de naves más…


Si os acercáis por Loarre y os gusta comer, no olvidéis pasar por O´Caminero, que además de ser un local precioso en un entorno histórico, es también nuestro pequeño «Ratatouille» con Alex, un cocinero alemán afincado por aquí (pirineos) hace ya unos cuantos años, que siempre guarda algún detalle o plato de su cultura gastronómica con el que sorprendernos. Que no se os pase.
y visitar el castillo tampoco!!!!

Bien, tengo algún plan más que ocurrirá antes de sacar el disco, pero de eso ya os iré contando cuando llegue el momento.

Espero que os vaya todo bien, y que yo lo vea de vez en cuando.
Nos vemos por los bares, plazas, playas o donde quiera que sea que procede un señor con una guitarra agitando los espíritus de quienes se quieran dejar agitar.

Bueno, lo dicho, con el disco tengo mucha prisa, así que voy vistiéndome bien despacio.

Un abrazo de vuestro cantante ambulante sin trampa ni cartón, Pablo Líquido.

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