Llevo ya una temporada sin publicar un artículo en esta web, lo que no implica que haya abandonado nada, sólo es la consecuencia de la falta de tiempo para abarcar todos los frentes que tengo abiertos.
INTRODUCCIÓN
Nada nuevo bajo el sol si os cuento que Pablo Líquido canta, con profunda fe y convicción, la banda sonora de su vida. No soy un cantante de versiones, como vulgarmente me pueden etiquetar, unas veces de forma despectiva y otras a modo de halago, sólo canto mi vida.
Pues bien, ahora me he sacado de la manga Pablo Works, que siendo exactamente el mismo artista, la misma persona con el mismo corazoncito y las mismas capacidades técnicas e intelectuales, la misma pasión y los mismos principios (yo no doy a elegir «otros» como hacía Groucho) hace algo realmente diferente.
Ya fui LIKIDA (y lo soy) escribiendo rock en castellano, ya hice un par de discos con mis canciones como Pablo Líquido un tanto variados pero centrados también en el rock.
Pues ahora hago algo verdaderamente diferente.
Pero esperad un momento, que igual voy un poco rápido…
Si algo me desagrada en este mundo, en esta sociedad, es la inercia humana a abrazar causas, aficiones o ideas excluyentes.
¿No se puede ser «pro algo» sin ser «anti lo otro»?
LA MÚSICA
En la música, por suerte, todavía nos salvamos un poco de esa marabunta de tendencias enfermizas anti algo. Sobre todo anti, pocas veces sólo pro. Si no hay algo que odiar parece que no estamos amando.
En gustos musicales de momento puedes salir indemne si, como yo, has sido seguidor al mismo tiempo de Barricada y de Danza Invisible, o de Accept y de Suede, o de Glenn Miller y de Metallica, o de Massive Attack y de Su Ta Gar; pero sólo porque no se cruzan por los pasillos (metafóricamente hablando) bandas y estilos tan antagónicos.
Tengo mi colección de música en orden alfabético, no por estilos. En casa, y en mi cabeza también.
GASTRONOMÍA
Digo que en la música no estamos mal, pero lo digo sin ocultar la envidia sana que siento por el mundo culinario, donde puedes ser amante confeso de las verduras y de la carne al mismo tiempo, y combinarlas!… del pescado a la plancha y de la pasta carbonara, de los ácidos encurtidos y de los postres más azucarados. Ahí nadie te mira raro ni te juzga por ello. Siempre podemos encontrar al abrupto de turno que odia a la gente que come tofu o que critica al que se para a comer en un McDonalds, según el caso.
EXCLUIR o INCLUIR.
Si todo fuera así, como con la comida… si no hiciera falta odiar algo para demostrar nuestro amor por lo otro… Vaya! Ya estoy soñando! (otra vez)
Pero por desgracia no es así, y ahí tenemos algunos ejemplos omnipresentes como las religiones, la política, el fútbol…
LAS RELIGIONES
Las religiones son excluyentes radicales. Si crees en una, de forma automática y por definición, consideras las demás burdas mentiras. Si crees en una los demás se equivocan, sin duda. Si crees de verdad en una se equivocan los que creen en las otras y nos equivocamos los que no creemos en ninguna. Y no sólo están todos en un error, sino que además se convierten muchas veces en enemigos, sin comerlo ni beberlo. Lo sepan o no, les apetezca o no.
¿Se puede ser musulmán y cristiano a la vez?… Imposible!
¿Se puede ser heavy y popero al mismo tiempo?… Sin duda!
¿Y de carne a la brasa y verduras al vapor?… También! Claro!
¿EXCLUIR o INCLUIR?
LA POLÍTICA
Es diferente, y no, porque la costumbre social es posicionarse de una forma muy similar a las religiones: hagan lo que hagan y digan lo que digan, los míos son los buenos y los otros los malos. A mí me cuesta creerme del todo a los que son muy de izquierdas y a los que son muy de derechas, porque los dos tienen actitudes sociales, reflejos, intenciones o sueños que pertenecen a la ideología opuesta, sin darse cuenta y de forma natural. Tampoco pasa nada. Tengo la sensación de que nadie es tan de izquierdas ni nadie es tan de derechas. Sólo los que eligen hacer acto de fe. Es decir, religión.
A diferencia de la religión, por fortuna, en política sí hay gama de grises, y sí se puede cabalgar entre dos aguas. Otra cosa es cómo te miren por no ser de unos o de otros.
Con el tema de los nacionalismos… ese es un tema aparte.
Será más justo que no opine mucho de este asunto porque a mí las nacionalidades me la traen, francamente, al pairo, lo que me importa de ese asunto, lo que me interesa de verdad son las personas, las culturas, las costumbres… soy defensor de la diversidad, el mestizaje, el respeto… aborrezco la globalización y la pérdida de identidad cultural (multicultural) que nos devora, pero lo otro, las fronteras mentales, me agotan.
Las banderas y las pasiones que éstas despiertan escapan a mi comprensión y, sinceramente, no siento ninguna necesidad de identificarme ni de justificar mis orígenes ni mi situación, y menos de reinvindicarla.
No digo que, por no sentirlas yo, no entienda las necesidades o aspiraciones identitarias legítimas de algunos individuos o colectivos pero, al margen de no compartir algunas formas ni entender algunos fines difusos, me temo que ese tiro al final saldrá por la culata y acabará degradando, deformando y empequeñeciendo esas centenarias (incluso milenarias) culturas. De hecho ya lo está haciendo en el subconsciente general. Parece ser que no tuvieron suficiente desgaste con Franco, que ahora tienen que pasar otra prueba, y más dura, porque ahora no es un problema de opresión a una cultura, a unas raíces, ahora se está forzando un enfrentamiento de culturas, una oposición. Absurdo es poco.
Eso creo, y ojalá me equivoque.
Las culturas son nuestras, patrimonio de los pueblos, de la humanidad, y entre tod@s las tenemos que saber distinguir, diferenciar, cultivar, amar, cuidar, proteger y defender, no son una propiedad privada y exclusiva de algun@s al servicio de intereses confusos, y tampoco debieran ser un arma de confrontación en pos de quién sabe qué.
¿EXCLUIR o INCLUIR?
EL FÚTBOL
Volviendo al hilo «excluyente»: en el fútbol también puedes llegar a ser de dos equipos a la vez, normalmente uno local y luego uno de los «grandes». Veo mucho más complicado, si no imposible, ser aficionado del Madrid y del Barça al mismo tiempo, o del Madrid y del Atlético (por ejemplo un madrileño), o del Betis y del Sevilla (un sevillano), o de la Real y el Athletic (un vasco)… es impensable! ¿Y por qué?
En esos caso se convierte otra vez en algo muy semejante a una religión, si crees en uno el otro es inequívocamente el enemigo. Si no tanto, casi. Y eso, así porque sí, no me gusta.
Hay una aberración final extrema en todos estos casos de religión, política y fútbol, que es el «o estás conmigo o estás contra mí», aunque el asunto no vaya contigo.
¿EXCLUIR O INCLUIR?
Desde luego estamos mucho mejor en el mundo de los gustos musicales y en el de los gustos culinarios. Son campos más amables.
A LO QUE VOY
Y no, no se me ha ido la perola, sólo quería situar en su lugar mi necesidad de INCLUIR de alguna forma no invasiva mi vocación primigenia de escribir canciones, publicarlas y cantarlas, sin EXCLUIR lo que vengo haciendo durante estos últimos 19 años, y me encanta, que es cantar las versiones de mi vida.
Works y Líquido no son enemigos, sólo me he desdoblado.
Pablo Works no hace versiones (tampoco las excluye), y no es propiamente rock (tampoco lo excluye), lo que lo convierte en algo muy diferente a Pablo Líquido, que no antagónico.
Espero que eso no implique que a alguien le vaya a gustar uno en detrimento del otro, y viceversa.
No creo que cambie la rotación de la tierra si hay algunas personas (10 ó 15) que gustan de mis conciertos tipo fiesta cantando versiones (Líquido) al mismo tiempo disfruten escuchando mis propias canciones (Works) mientras van, por ejemplo, conduciendo.
Ahora planteo las preguntas que me rondan por la cabeza después de tantos miles de horas en los escenarios, defendiendo hasta la extenuación las canciones que me han hecho músico y la persona que soy y que conocéis:
– ¿Me habré ganado el voto de confianza para que la gente le preste un poco de atención y de tiempo a mis composiciones? (el tiempo y la atención son la verdadera barrera que tumba el poder mediático, el que paga termina por invadir nuestro tiempo y nuestra atención de una u otra manera, no hay más misterio. Nos los meten con calzador)
– ¿Tendré que pasar por los medios de comunicación y las promociones para que alguien escuche mis canciones?
– ¿Serán personas que ya siguen y aprecian a Pablo Líquido los primeros fans de Pablo Works o toca que empezar de cero y buscar nuevos públicos en los que apoyarme para hacer este camino?
Sólo sé que, me cueste lo que me cueste, con esto voy «palante».
Recomiendo I NEVER KNOW (que muy pronto tendrá videoclip) para quien quiera entenderme, que me explico mejor cantando:
Sólo sé que eso lo tengo decidido, meditado y decidido, y que vienen muchos años en los que voy a emplear mucha energía para que Pablo Works llegue hasta donde se merezca. Ni más ni menos. Sin artificios y sin inflar nada. No quiero engañar a nadie, y menos a mí.
Mis vídeos tendrán las visitas que tengan que tener (sin trampas, si sabéis algo de esto…), venderé los discos que venda y a mis conciertos irá la gente que vaya; lo que me merezca y sea capaz de ganarme (yo y mis canciones) será lo que tenga (otra vez).
Y POR ÚLTIMO…
No preocuparse que Pablo Líquido no lo voy a dejar de lado, ni mucho menos.
Pronto voy a estrenar algunas versiones nuevas en mi repertorio eléctrico, y al fin y al cabo Pablo Líquido es el que va a mantener a Pablo Works hasta que sea capaz él mismo de sustentar (sufragar) su proyecto.
Llegue a donde llegue Mister Works, los conciertos de Pablo Líquido son la cosa más divertida que he conocido en mi vida, es lo que más me gusta hacer, así que aunque sea sólo por vicio no me los va a quitar nadie.
Mucha suerte para los exámenes, oposiciones, competiciones deportivas, comuniones, bodas, ligues, excursiones, viajes, trabajos, negocios, aventuras, operaciones y, en general, para todo.
Que tengáis un gran verano y, con un poco de suerte, que nos veamos.
Saludicos a tod@s!!!
Pablo Líquido
Pd: No pretendo abrir ningún debate ni discusión referente a política, religión ni fútbol. Son tres cosas de las que no entiendo especialmente, que me producen escalofríos (por las pasiones desaforadas que levantan) y que procuro no tratar, pero en este caso me ha salido así de los putos dedos al escribir, y tampoco me quiero censurar, siempre que no importune a nadie. Por eso confío en no haber herido ninguna sensibilidad. Nada más lejos de mi intención. Si así fuera, disculpas pido.
Pd2: Perdonad, por favor, que no crea especialmente en la religión, ni en la política, ni en el fútbol. No obstante, fui a colegio católico y mi madre era la catequista, cuando haya elecciones seré el primero en ir a votar y el mundial no me lo pierdo ni loco.
Somos pura contradicción. Al menos yo sí.
Pd3: Se puede ser o del Madrid o del Barça, o del PP o de Podemos, o judío o hinduista, pero aquí no hay necesidad de elegir, puedes ser tranquilamente de Pablo Líquido y al mismo tiempo de Pablo Works.
EXCLUIR o INCLUIR, esa es la cuestión.
Una respuesta a «EXCLUIR O INCLUIR»
He disfrutado mucho y espero seguir haciéndolo con Pablo Líquido y ahora disfruto escuchando en el coche a Pablo works